La ibicenca ha tenido una infancia complicada, vivio en un barrio gitano y se marchó de casa a los 13 años sin haber estudiado demasiado. Solo ha tenido dos novios y entró a GH con la intención de sacar a su madre de la ruina. Aquí os dejo parte de la entrevista:
"A pesar de su vitalismo, buscarse la vida con 13 añitos no debe de ser fácil.
Cuando mi madre me sacó de Suiza con 9 años, me separó de mi familia y de todo. Montó un restaurante con el que entonces era su novio. Con mi madre no me llevaba muy bien, así que me fui de casa a vivir con unas amigas.
¿Fue una época feliz?
Bueno, tuve muchos bajones… era una niña. Me crié en un barrio gitano y estoy muy orgullosa, me hizo ser espabilada, nunca me oirás decir que estoy mal. Los gitanos me hicieron hasta canciones… Yo soy muy gitanilla. Cuando hay gitanos, me siento bien.
Bueno, tuve muchos bajones… era una niña. Me crié en un barrio gitano y estoy muy orgullosa, me hizo ser espabilada, nunca me oirás decir que estoy mal. Los gitanos me hicieron hasta canciones… Yo soy muy gitanilla. Cuando hay gitanos, me siento bien.
¿Qué recuerdos le quedan?
Me queda el recuerdo de Borja, un ibicenco al que conocí una noche de fiesta y con el que estuve hasta los 19 años. Me dijo: “Esta noche tú te vienes a dormir conmigo”. Yo era virgen, fue mi amor platónico, aunque me machacó psicológicamente. Tenía ocho años más que yo. También me quedan dos grandes amigas, Beatriz y Jessica."
Me queda el recuerdo de Borja, un ibicenco al que conocí una noche de fiesta y con el que estuve hasta los 19 años. Me dijo: “Esta noche tú te vienes a dormir conmigo”. Yo era virgen, fue mi amor platónico, aunque me machacó psicológicamente. Tenía ocho años más que yo. También me quedan dos grandes amigas, Beatriz y Jessica."
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